Personalmente creo que fue el mejor juego de la saga, y ya más de 10 años después del lanzamiento del juego, aún me encantaría jugarlo de nuevo, pero la primera (y única) vez que me dispuse a terminar el juego tarde varias semanas en llegar al final, jugaba media o una hora cada vez que podía hacerlo, y recuerdo que al ver el diseño de personajes al comenzar, no me causaba gran interés. Mas aún que al ver al protagonista, Link, no podía evitar pensar en Peter Pan o Robin Hood, jaja.
Sinópsis:
El juego se desarrolla en el reino de Hyrule. Un joven llamado Link se embarca en una búsqueda para evitar que el malvado Ganondorf, el antagonista principal de saga de Zelda, obtenga la legendaria Trifuerza, una reliquia mágica de poder omnipotente, un evento predicho por la profecía Princesa Zelda. Debido a las circunstancias imprevistas, Ganondorf obtiene con éxito parte de la Trifuerza. Al viajar adelante y atrás en el tiempo utilizando la mítica Espada Maestra, Link debe reunir los seis medallones necesarios para derrotar a Ganondorf y restaurar la paz a Hyrule.
La historia puede resultar típica para un juego de aventuras, o un buen libro de historias medievales, pero hay más de una situación en el curso de la historia que te hace ver que Ocarine of time, se acerca más añ viaje personal que haría cualquier individuo al crecer, y lo digo literalmente, ya que la historia se ambienta en dos períodos, uno al iniciar cuando ves a Link, aún niño, y recién conoce al hada que lo acompañará en su viaje, y otro forzado cambio de época, cuando lo ves ya adulto para restaurar el mundo.
Hay una escena que podría compararla con varias películas de antaño, la despedida de Link del bosque donde creció, no nació allí, no será un niño por siempre, como los demás de ese lugar, él no es un Kokiri como los otros.
Yo sabía que abandonarías el bosque algún día. Porque tú eres diferente de mi y de mis amigos...
No hay música de fondo, una escena que dura menos de dos minutos, buenos recuerdos...